“Esta ave se distingue por tener un tamaño pequeño, de aproximadamente una cuarta parte del gallo normal o estándar. para encontrar los primeros indicios de su origen tenemos que trasladarnos a la ciudad de Virginia, Estados Unidos, sobre el año 1890, no será hasta hace pocos años y tras varios cruces de razas específicamente seleccionadas, que esta especie pasó a ser raza 100 % mexicana.

Esta pequeña ave llama también la atención por su sedoso y colorido plumaje, el cual se caracteriza por ser frondoso y abundante, por sus alas cortas que forman una diagonal con el torso y por su ilustre cola que asciende y termina en una semicircunferencia con plumas simétricas que caen a ambos lados del a la pluma central o guía. Cola que es en tamaño equivalente al resto del cuerpo del ave.

Todas estas características en su plumaje y otras como sus patas cortas y delgadas, su cabeza pequeña en forma de cuña, y su porte armónico, son fruto del cruce de diversas especies que además de generar ese virtuosismo estético han logrado conseguir que el gallo miniatura mexicano no sean capaces de alzar el vuelo, peculiaridad que suma ventajas en esta ave para su cría doméstica. ”

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